Y comprendió que hay personas que brillan sin ser estrella y que hay silencios que separan sin ser kilómetros; que la vida es un poquito así, sin sentido, pero que nos desesperamos por darle una, sentido con nombre y apellidos a ser posible, un sentido que nos abrace por las noches y que no se vaya al vernos las cicatrices, que las comparta con nosotros.
Comprendió que enamorarse era una necesidad, tanto como para respirar y que al igual que moría si no respiraba también lo hacía de distinta forma si no amaba, pensaba eso del amor.
Y también pensaba que las personas se habían acostumbrado a maquillarse los sentimientos porque tenía miedo que alguien llegase y les hiciese daño. Y es que no hay nada peor que alguien te rompa lo más bonito que tienes, es decir, las razones de sonreír, los sueños, las esperanzas, que te quiten las ganas...Así que nos vestimos con un poquito de orgullo y lo miramos todo desde la distancia, tanteando el precipicio antes de saltar, porque si queremos morir, queremos morir por alguien que sepa llorarnos.
Y sobre el desamor, cuando sientes cosas bonitas por alguien que ya está sintiendo cosas bonitas por otro, pensaba que a veces es inevitable y que ojalá, pudiésemos elegir de quién enamorarnos y hacerlo de aquella persona que supiese querernos; pero las cosas , por desgracia, no son así y muchas veces, más de las que me gustaría, terminamos padeciendo insomnio por alguien que, además, irónicamente nos hace soñar, y luego termino hablando sobre la capacidad de olvidarnos de las personas y de la naturaleza de los recuerdos; diciendo que la mejor forma de olvidar a alguien que nos duele recordar es llegando a la conclusión de que no merecemos eso, de que merecemos algo más, de que merecemos sangrar por alguien que luego venga a curarnos.
Y que la vida no es tan larga, ni dura tanto para esperar perdiendo trenes que ya han pasado; de que hay que sonreírle a los amaneceres independientemente de que llueva, independientemente de que compartamos cama con la soledad.
Que las cosas llegan cuando menos te lo esperas, y que si siempre las estás esperando, sólo tardan en llegar un poquito más, pero llegan tarde o temprano; y entonces dijo: " sigo queriendo a toda la gente que he querido en mi vida, pero sólo amo con esa urgencia, la mirada, la esperanza de que un día y qué más da cuándo, amare a alguien y sera para siempre.